El miércoles 20, fui invitado a una
incentivadora actividad y me sumo a los elogios hacia la JJ.VV. N° 7 Pob. Ávila,
encabezada por su presidenta María Alicia Cancino Bravo. Quienes, con el apoyo
de Marcos Díaz, del dpto. Del medio ambiente y otros funcionarios del
municipio. Dieron inicio a un imprescindible proyecto de arbolización en el
recinto de su sede social.
Puede
ser, que una golondrina no haga verano, pero sí. Es una iniciativa que debe ser
imitada, ampliada y profundizada a la brevedad. Es una luz en un gran manto
oscuro. De hecho, a menos de 200 mts. de allí. Agoniza el humedal junto al
by-pass.
Es
más, para construir esta arteria vial, fue intervenido, y sigue recibiendo todo
tipo de basuras cada día. Aun cuando este HABITAT, debería estar protegido por
la ley de humedales urbanos. Pareciera ser sólo letra muerta.
Tuve
la ocasión de hablar con don Humberto Aqueveque Díaz, Delegado Presidencial
Regional y la Diputada Consuelo Veloso Ávila.
A
ambos, les consulté; ¿sí es tan rentable para el país, la industria maderera?
Esto a raíz, que una flota de camiones, con más de 100 viajes diarios (según
control de los vecinos), de alto tonelaje, han eficientemente destruido la ruta
L26M y luego continuando hacia Santa Olga y Constitución. Sin que, al parecer
nadie pueda poner atajo a esta destrucción. Se dice que asfaltar un kilómetro
de camino, tiene un costo cercano a los 400 millones de pesos. Multiplique Ud.
Insisto.
¿Es tan rentable para el país la industria maderera?
La
destrucción de los caminos, implica un tremendo daño a las comunidades, medio
ambiente, perjuicio a la industria turística, riesgo de accidentes, etc...
Por
eso insisto y reafirmo; que debe haber toma de conciencia, con apoyo legal y
constitucional. Que lo público es de todos y cada uno de los ciudadanos de
este país. Sólo así, cada persona u organización podría querellarse por la
destrucción de sus bienes.
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