Melita y su deseo infatigable de servir

 


MELITA Y SU DESEO INFATIGABLE DE SERVIR

Por allá por el año 1946, nace Melania Andía Cariqueo, “Melita”.  En el seno de una familia generosa de hermanos, hija de Pedro y de Norita Cariqueo, una mujer que seguramente le heredó el esfuerzo, la valentía y esa gracia que tienen algunos para ir por la vida.

Melita llevaba junto a ella el inalterable perfume de su destino, esa misión limpia y generosa de servir a los demás.  Fue así como llegó al Hospital de Cauquenes, no sólo a tomar la presión y a suavizar con sus manos ese temor legítimo de las vacunas.  Llevaba en su maletín cotidiano otra herramienta primordial para curar y sanar.  Siempre dibujaba en su rostro una sonrisa, ese gesto infravalorado en nuestra sociedad y que tiene la magia de redimirnos y salvarnos.

En el año 1973 fue exonerada al igual que su esposo, pero se levantó, pues su familia la necesitaba de pie.  Cuidó enfermos, la Farmacia Trucco y San Patricio supieron de su amabilidad, de su entusiasmo y de esa energía que hoy recordamos, necesitamos y extrañamos.

El 3 de junio de 2013 se fue en busca de otro territorio, quizá buscando expandir la pradera ancha de su sonrisa, quizá buscando a Norita y así volver a escuchar de su madre: “Las envidiosas”.

Un lunes de otoño partió la Melita, ese personaje cauquenino que siempre caminaba presuroso, como si siempre tuviese una misión que cumplir.

Era bajita de estatura, pero muchos la recuerdan como una pequeña giganta.

Sabemos que tu fuerza está en las veredas de Cauquenes, en la feria, en los hogares de tantas familias que supieron de tu encanto, tu honestidad y tus deseos infatigables de servir.


   Proyecto de Autogestión Cultural                                      Autor: Carlos Asquet Jaque

“ PERSONAJES DEL TERRITORIO Nº 2”                                Ilustración: Cristian Silva Urrutia 

 

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