Reminiscencias breves del Golpe de Estado en Cauquenes

 

 


Los horrores cometidos en otros lugares del país, indesmentibles por lo visto en las pantallas de la televisión más que nada, nos conllevan a rememorar el episodio del golpe de estado dentro el territorio de nuestra “patria chica” provincial y comunal.

Las respetadas posturas de “los buenos y “los malos”; “patriotas o “antipatriotas” es otro tema que, lamentablemente, mantiene hasta hoy, actitudes de odiosidad y entre unos y otros, una realidad que tenemos que aceptar. Y mirarla con preocupación por lo que involucra la todavía incompleta convivencia nacional.

Mirando por el espejo retrovisor de los ineludibles recuerdos de estos días en lo que se refiere a nuestro Cauquenes, la percepción es que se han acortado las distancias en la instalación de la reconciliación, siendo no pocos los episodios insertos en abusos, discriminaciones y atropellos que ya se han echado al olvido.

Más que institucionalmente los atropellos y vejámenes cometidos por algunos representantes y partidarios del golpe, corrió por cuenta de uno que otro uniformado y civiles que para hacer méritos se esmeraban por acciones reñidas con el respeto a la dignidad de las personas. Que alguna vez un oficial de carabineros propinó una violenta patada en los testículos a un ciudadano en plena plaza de armas, o las redadas nocturnas que lideraban civiles (profesionales algunos”) para desarrollar capturas de “upelientos”, claro, eran paisajes de diversiones que no se olvidan.

Traumas individuales, personales deben ser muchos más de los que se pudiera creer, producto de vejámenes y ultrajes, los que perduran en mujeres, jovencitas en aquellos años, a raíz de las “fiestas nocturnas a que eran “invitadas”.

En fin, en este año del cincuentenario del golpe de estado la deducción es que pudo haber tenido, no obstante, efectos mucho más macabros y crueles que los ocurridos.

¿Cuáles serán las reflexiones, remordimientos de conciencia por parte de aquellos/as que cumplieron los roles de soplones o delatores de sus vecinos y/o colegas de trabajo cuando diariamente acudían a entregar sus informes?

“Ángeles malos” fueron motejados estos malhadados servidores…Algunos de ellos se mimetizaron – se dice-  con el transcurso de los años…

En la conmemoración de los 50 Años del Golpe con la misma nitidez del primer día y de seguro cuando se conmemoren los 100 o los mil años, el nombre de nuestro Cauquenes va a perdurar eternamente: El acto brutal e incomprensible de la caravana de la muerte con el asesinato de los jóvenes Muñoz, Vera, Plaza y Lavín será el inhumano episodio que las generaciones del mañana van a lamentar por siempre en tiempo presente.

Y el tren…Qué pasó con el tren? Desapareció el ramal Cauquenes- Parral durante la dictadura…

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