=NOMBRE: MILA BUSTOS
COMUNA: PELLUHUE
OFICIO/MATERIALIDAD:
MIMBRE, GREDA, PITA, LANA.
TELÉFONO: +56 9 98820243
¿CÓMO
LLEGA A LA ARTESANÍA?
Nosotros
vivíamos en Pilén, en esa época todavía era niña y cuando tenía la edad de diez
años me fui a vivir con mi hermano mayor, que se casó. Quisieron que yo me
fuera con ellos y mi cuñada trabajaba en mimbre. Entonces por eso yo empecé a
trabajar a los diez años. La Greda, yo no lo heredé de mi mamá, ni de mi
abuelita, solamente de unas vecinas que vivían alrededor de mi casa, entonces,
yo siempre iba a visitarlas a ellas y las veía haciendo sus cosas de greda, les
ayudaba un poco a machacar la greda, les ayudaba a pulir y cosas así. Ahí a mí
me interesó hacer cositas chiquititas manuales. Mi mamá después, como ella iba
a Cauquenes, porque ella hacía otras cosas, hacía empanadas, empanadillas,
cosas de comida, entonces, me llevaba mis trabajos y me los vendía en la feria.
El mimbre fue a los diez años y la greda fue a los doce.
Yo todo
lo hago artesanal, todo con mis manos, yo no tengo máquinas, nada. Incluso he
tenido que llevar todas mis cositas hasta Talca, para poder ir a cuidar a mi
nieto.
BUENO, Y
AHORA QUE HABLAMOS DEL NIETO. ¿SE HAN INTERESADO LOS NIETOS EN ESTO DE LA
GREDA, ¿DEL MIMBRE, DE METERSE EN EL TEMA ARTESANAL?
Sí, mi
nieto sí, porque ha estado a veces haciendo algunos trabajitos conmigo; la otra
vez hizo como un jarrito, unas palmatorias chiquititas. Es que es facilito, la
aplasta así un poquito, después le pone un rollito al medio, la sube, y
ya. La nieta más chiquitita que tiene
como cuatro años, también la entusiasma, pero ella todavía como que más le
gusta es hacerlo tira, le gusta apretarla, le gusta jugar, pero yo creo que sí,
le va a gustar. Mi esposo de repente me ayuda un poco, un poco a tejer, un poco
a pelar la varilla también.
¿QUÉ ES
LO MÁS DIFÍCIL DE HACER ARTESANÍAS?
Difícil
no, yo no lo encuentro difícil, ninguno de los trabajos que yo sé hacer. Lo que
si encuentro es que la greda es mucho trabajo. Siempre la gente me dice a mí:
usted vende tan barato su trabajo, porque el trabajo cuesta. Sobre todo, las
vecinas que me ven trabajar acá, me dicen que cobro muy barato para lo que
cuesta hacerlo. Pero en general la gente no valora el trabajo.
Imagínese
que para empezar un trabajo yo tengo que ir a buscar la greda, secar la greda,
después machacarla, hacer polvo todos esos terrones, cernirla, la vamos pasando
y después vamos mojando, como mojar una masa. Después se va colocando en un
nylon, como cuando hace la masa para el pan y entonces recién después que ya se
pasa unos días, uno empieza a hacer los trabajos. Eso lo enseño yo en los
talleres que estoy dando para la Municipalidad de Pelluhue.
¿EN QUÉ
OTRA MATERIALIDAD HA PODIDO TRABAJAR COMO MONITORA, TAMBIÉN EN MIMBRE?
En la
pita y la lana. La Municipalidad está interesada en eso, en que más gente
aprenda. La pita la enseñé hace dos años atrás. Porque ahora no conviene estar
invirtiendo y los negocios están muy malos. Tengo un puesto en el pueblito
artesanal y es poco lo que se vende. Prefiero yo estar trabajando como a pedido
aquí en mi casa, porque no sale a cuenta estar pagando todo lo que uno paga ahí
para estar vendiendo y de repente no se vende nada.
ESTAS
MATERIAS PRIMAS: EL MIMBRE, LA PITA, LA GREDA, ¿SON SOSTENIBLES EN EL TIEMPO
AMBIENTALMENTE O CORREN ALGÚN TIPO DE PELIGRO QUE NO SE CONSIGAN A FUTURO?
No, para
nada. Por ejemplo, en Pilén en muchas partes el mimbre lo pierden, lo cortan y
ahí queda. Porque nadie lo va a buscar, la gente ya no trabaja tanto como
antes. Antes trabajaban más, igual que la greda, pues ya están quedando muy
pocas artesanas que están trabajando. La pita tampoco, es ir a buscarla en las
zonas húmedas, cortarla y trabajarla. La lana se consigue fácil y a veces nos
la regalan.
¿QUÉ
OTRAS ENTIDADES LAS HAN APOYADO? ADEMÁS DE LA MUNICIPALIDAD QUE LAS TIENE COMO
MONITORAS
La
Municipalidad nos paga las clases, nos pasan vehículo para ir a buscar por
ejemplo la greda.
¿SIEMPRE
SE HA PODIDO SENTIR LIBRE HACIENDO LO QUE HACE?
Sí,
siempre. Claro, como una empresa propia. Ya que yo me levanto más tarde, hago
mis cosas y después ya tengo el tiempo para hacer mi trabajo. De por sí, cuando
uno está trabajando como apatronada, no es igual, una tiene un horario; en
cambio mi trabajo es mío, tengo mi propia empresa. Es chiquitita, pero estoy
feliz.
¿LA HAN
CRITICADO POR SER ARTESANA?
No,
nadie. Todo lo contrario, llegan acá
felices a que yo les vaya a enseñar mis trabajos.
Ya tengo unos
talleres para el próximo año si Dios quiere, pero no quieren lana, quieren
saber de otra materialidad. Porque la lana ya está en todos los talleres
laborales, porque la alcaldesa entrega mucha lana.
¿CÓMO HA
SIDO EQUILIBRAR: SER ARTESANA DE VARIAS COSAS, SER MAMÁ, SER ABUELA, SER DUEÑA
DE CASA, SER ESPOSA?, ¿SER MONITORA? ¿CÓMO SE SACA TIEMPO PARA TANTA COSA?
Ahí me
voy manejando y después voy viendo lo que tengo que hacer, cuando me toca ir a
los talleres, dejo armadas mis cosas y en la tarde llego a terminar. Mis cosas
de la casa, el almuerzo, el lavado, todo eso lo hago en la mañana. Me acuesto a
la una, después a las siete me levanto. Pero es que para mí es mejor, porque
sabe que, si yo me acuesto muy temprano, encuentro muy larga la noche, y sueño
mucho, entonces, así duermo como de una.
¿ALGUNA
VEZ HA SALIDO A HACER EXPOSICIONES O VENTAS AFUERA?
El año
pasado nos llevaron al mall de Talca, pero como a mostrar nomás. Fue por el
día, ir y volver.
¿POR QUÉ
NUNCA HA SALIDO?
Porque no
se ha presentado la oportunidad, una sola vez fui al hospital en Talca y fue
primera y última, pero no me gustó mucho porque no tienen mucha salida las
ventas.
Conversando
con una señora, la señora Trini. Ella siempre conversa conmigo, nosotros fuimos
compañeras de colegio. Ella también es artesana y me dice que ha salido a
ferias y no, no conviene, para nada. Me dice: todo lo que uno tiene que pagar,
todo el gasto de los vehículos para ir, a veces no tiene ni siquiera donde
quedarse y ganan cinco, diez mil pesos.
Entonces, no es nada.
La gente
pide mucha rebaja, dicen que está muy caro y es que tienen que ver que todo es
hecho a mano. Yo no uso un torno, donde pongo el pie, aprieto y el torno me
hace de una un producto, no es igual, yo tengo que ir moldeando de a poco.
Entonces eso demora.
¿CÓMO HA SIDO LA RELACIÓN CON LOS COMERCIANTES/ REVENDEDORES DE
ARTESANÍAS?
Me han
ofrecido, pero, por ejemplo, ahí en el pueblito una señora me ofrece que, si yo
no quiero ir a trabajar, que ella en su puesto me puede poner algunas cosas. Lo
otro es a pedido. Si necesitan una docena de pailas para el pastel, le hago esa
docena o le hago media docena de platos, así como para la cazuela, o para esas
cosas que hacen diferentes ahora.
Me llaman
y lo vienen a buscar acá y yo acá no pago nada. En cambio, allá tengo que estar
pagando permiso municipal, permiso de Impuestos Internos, más el puesto. Ahora
querían que nos iniciáramos, pero a mí no me conviene iniciarme, porque yo
trabajo de fin de diciembre hasta febrero, porque ya en marzo la gente se va y
no hay nadie.
¿SI
VOLVIERA A NACER, VOLVERÍA A SER ARTESANA?
Sí.
Porque el arte que yo creo, lo llevo en mis venas. Me encanta, todo lo que es
artesanía me encanta, lo que sea. Pero ya no aprendería a hacer más cosas,
porque ya no me da para hacer tanto. Antes hacía cositas de conchitas de mar,
también hacía decoraciones.
¿QUÉ
MENSAJE LES DEJA A LAS NUEVAS GENERACIONES?
Que sean
artesanos, porque es algo que es muy lindo, porque es algo que es manual, de su
propia mano, de su ingenio, de su propia persona.
¿QUÉ PUDO
HABER CAMBIADO EN LA SOCIEDAD PARA QUE HOY EN DÍA NO SE PUEDA VIVIR DE LA ARTESANÍA
COMO ERA ANTES?
Yo pienso
que los chinos han traído muchas cosas. Hay como mucha imitación de lo
artesanal, platitos de uno, platitos de otros, y es mucha cosa.
Lo otro
es que en restaurantes ya los de higiene ambiental no les están admitiendo muchas
cosas de greda, según me dicen, que a las losas con el tiempo les van saliendo
hongos, pero eso es sólo si usted al plato no lo seca bien sequito y hay que
ponerlo envuelto en diario, para pasar el invierno, porque se usan más en
verano. Hace como unos cinco años, seis años atrás, me compraban harto en los
restaurantes. Me compraban la paila, me compraban el plato, me compraban ese
pescado que yo hacía, porque casi nadie hace este pescadito.
El
Quincho pedía puro negro, unos pescaditos así chiquititos, otros más bajitos,
de este redondito, pero era más grande y otro más largo que era para la macha a
la parmesana.
Ellos ya
no me compran, me dijeron que estaban poniendo problemas, así que ahora tienen
pura loza, como loza blanca.
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