FAMILIA RUIZ MARQUEZ SILENCIOSO EJEMPLO DE SOLIDARIDAD Y GESTOS DE INIGUALADO ALTRUISMO COMO POCOS EN CAUQUENES


 


Dale la porfía con eso que nuestra “patria chica” es pobre y la vida transcurre sin mayores trascendencias ni eventos de proyección para el resto del país.

Puede que materialmente seamos un tanto deprimidos y carentes de suficientes recursos en comparación a otras comunidades del territorio nacional. Verdad histórica que ha sido por siempre evidente.

Evidente es también, mirada la otra cara de la moneda, que nuestro Cauquenes es más rico, mucho más que cualquiera otra en lo que se refiere a sus recursos y gestos humanos. Y eso siempre debe enorgullecernos.

Más allá de los cacareos de los políticos de todos los rangos que pregonan a los cuatro vientos logros y acciones en que pocas veces se meten la mano al bolsillo, sino que acumulan puntajes electoreros con los dineros de “todos los chilenos”, es un orgullo local que, en estas tierras de secano, existan muchos coterráneos, familias que silenciosamente son protagonistas de auténticas acciones cristianas, convencidas que el DAR desencadena satisfacciones tanto o más contundentes que el RECIBIR.

Una de ellas, la familia Ruiz Márquez: Norton Ruiz, su esposa María Isabel Márquez y sus hijos María Ignacia y Roberto Ignacio. 

No se le puede catalogar como núcleo familiar que se entrevera con los “ricos” de la localidad, porque no lo es, sino que “gente de esfuerzo y de trabajo” que a través de una empresa del rubro “construcciones, transporte y movimiento de tierras” le permite afrontar el diario vivir en el rango de un buen pasar, además de darles una adecuada educación a sus hijos.

Radicado en su predio aledaño a la Población “La Unión” en las puertas del radio urbano – alguna vez de propiedad de don Artemio Arellano- Don Norton como se le conoce en el vecindario, día a día va y viene poniéndole el hombro a sus menesteres.

En sus espacios de ocio – que nunca son muchos- es cuando urde junto a su compañera, iniciativas plenas de generosidad que viene desarrollando desde hace un buen rato. ¡Y lo más admirable, sin la menor publicidad ni jactancia! Aún más, sin esconder nada bajo el poncho…

“La Voz de la Provincia” tiene incorporado a la Historia local a “don Norton” a raíz del terremoto del 127/F/ 2010: Llevando agua a sus vecinos, despejando las calles de la Población e incluso comprándoles los remedios a algunos vulnerables damnificados.

Con el transcurso del tiempo, supimos de esa “convivencia inolvidable” que regalaba en su parcela a los niños del Hogar Juan Pablo II y en los últimos años, su atención preferencial ha sido para los adultos mayores….

ALMUERZO EN NAVIDAD PARA LOS ABUELITOS DEL ASILO DE ANCIANOS

Sin que se nos hubiera invitado, sino que “nos hicimos los invitados”, cuando indirectamente supimos que “don Norton” y su familia estarían el pasado día miércoles de Navidad, ofreciendo un almuerzo a los abuelitos/as del Asilo de Ancianos “Santa Teresa” de la calle Victoria.

Mayores comentarios huelgan. Lo concreto es que el miércoles los “Ruiz Márquez”, una vez más nos han recordado que la fé de nada vale si no va acompañada de acciones. Y sin decirlo, ni siquiera insinuarlo dejan la puerta de la generosidad abierta para que otras familias cauqueninas los emulen.

Esperamos que durante el nuevo año 2025 sean muchas las instituciones, organizaciones, clubes, grupos de estudiantes y también “políticos a que tengan arrestos de generosidad y caridad con aquellos hombres y mujeres que ya hace rato cumplieron con el rol en sus vidas terrenales y ahora, el afecto y la compañía son los ingredientes que más aprecian y agradecen.

TRES RELIGIOSAS SON LAS “DUEÑAS DE CASA”

Al frente del “Hogar Santa Teresa, son tres las religiosas que están al frente del funcionamiento del establecimiento, que entregan sus vidas para atender a 35 ancianos y ancianas de distintas edades; muchos de ellos ni siquiera visitados por sus familiares cercanos y menos lejanos.

La Madre Imelda, nos relata que ella no es la Responsable, estando momentáneamente haciendo el rol de anfitriona debido a que la Madre Lucía hubo de viajar de madrugada a la zona de Parral por enfermedad repentina de su progenitora. “Somos apenas tres para atender los 35 abuelitos y las tres somos educacionistas”, nos confidencia. El Dr. Joaquín Aguayo, es el médico del Hogar y el alimento espiritual es otorgado por el Padre Cheno con la misa que desarrolla cada lunes, miércoles y viernes a las 09:00 horas. Claro que el arduo trabajo corre por cuenta de 2 Técnicas y el Personal que es parte de la casa. Al momento de la despedida, reflexiona en voz alta: “No hay juventud ahora que se sienta llamada a cumplir estos roles que nosotras estamos haciendo”.

Mientras dialogamos con la Madre Imelda, hace su arribo el conocido artista cauquenino Cesar Díaz… Con su atuendo y música mexicana le da el toque de alegría y felicidad a los comensales. Los aplausos afloran espontáneamente.

Un detalle no menor, en estos tiempos de consumismo y apego a lo monetario, César Díaz… este popular artista cauquenino, llegó, igual que “La Voz de la Provincia”, sin que nadie lo invitara, ni menos le pagara por su espontánea y altruista actuación.

Solo porque es amigo de los Ruiz-Márquez, tanto o más a como lo son los respectivos hijos. 




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